Película dividida en las siguientes tres pequeñas historias independientes. En “Superman italiano” un emigrante italiano en Holanda, Giobatta (Paolo Villaggio), intenta ganarse la vida con la venta ambulante de castañas. Viéndose incapaz de llevar dinero suficiente a casa acepta un trabajo a espaldas de su mujer: actor de espectáculos pornográficos. En “El caballito sueco”, Antonio (Nino Manfredi), debe recibir y acoger durante un fin de semana a la hija de unos viejos amigos. En una primera instancia no le parece buena idea pero cambia de opinión cuando abre la puerta y ve a una liberal y preciosa joven. Por último, en “L’ascensore”, Donatella (Stefania Sandrelli) se queda atrapada en un ascensor con un monseñor (Alberto Sordi). Una historia de confesiones y actos que quedarán encerrados en ese pequeño espacio que compartirán durante unas largas horas.