-Diseñados para aprovechar las características físicas del material que los conforma -neopreno- en el tratamiento de enfermedades y lesiones, donde el calor juega un papel principal.
En las lesiones por accidentes, el calor ayuda a una mejor rehabilitación de artículaciones, músculos y tendones.
Por sobrecarga, un tejido reacciona inflamándose, enrojeciéndose y provocando dolor. Tanto en un caso como en otro, la aplicación de calor disminuye el dolor, sin riesgo a provocar efectos secundarios y, además, en caso de lesión por sobrecarga, el calor incrementa la circulación de la sangre en el área lesionada y trabaja para detener la inflamación como pudiera hacerlo un fuerte elástico.
La protección mediante calor beneficia también a las personas que han sufrido lesiones en los tendones y problemas reumáticos.
-No sólo cumplen esta función curativa contra las enfermedades y lesiones, sino que han sido pensados para actuar como elemento preventivo contra las mismas.
-Su uso durante la fase de calentamiento antes de hacer un ejercicio, ayuda a que los músculos de la zona protegida tengan una mayor flexibilidad y, por tanto, sean menos propensos a sufrir lesiones, mientras estén en tensión. Usados una hora antes de la actividad enérgica para ayudar a calentar, son la mejor garantía para que una lesión no se reproduzca.
