Alan Poe, sumergió al escritor norteamericano en un repaso biográfico en la primera entrega, en ‘La Divina Comedia’ de Dante en la segunda, y en el mito de Morfeo en la tercera. Cuando el círculo parecía cerrado, Joaquín Padilla, alma mater del Legado, emprende una cuarta aventura, desligada ya de Poe, donde pone el foco en uno de los temas más manidos y recurrentes de la imaginería del heavy metal: los templarios y la Edad Media. Caballeros, honor, guerra santa, secretos, traiciones… caldo de cultivo excelente para la épica del género, para los arreglos orquestales y para alimentar el mito.
Realizar una obra de este calibre no es tarea fácil. Para empezar, cuenten una nómina de más de 30 artistas invitados. En cuanto a músicos, Carlos Expósito (Leo y Stravaganzza) en la batería, José Pineda (Snakeyes) y Ricardo Esteban (Amaral) en el bajo, guitarras rítmicas deManuel Seoane, Manolo Arias (Ñu, Atlas), Abel Franco (Tony Solo), solos de Alberto Rionda(Avalanch), Paco Ventura (Medina Azahara), Javier Nula (Ópera Magna), José Rubio(Uróboros), teclados de Manuel Ramil (Avalanch), una orquesta de violines, violas, violinchelos, flauta, clarinetes… y una coral con sopranos, mezzo, tenores, barítono y bajo.
A todo ello, sumen más de 20 personajes interpretados por otros tantos vocalistas. Además de Joaquín Padilla, apunten a Tete Novoa (Saratoga), José Andrea (Uróboros), Thomas Vikstrom(Therion), Miguel Franco (Saurom), José Broseta (Ópera Magna), Ignacio Prieto (Atlas y Eden Lost), Tony Solo (Sangre Azul), Israel Ramos (Avalanch), Baol Bardot Bulsara (TNT), Alfred Romero (Dark Moor), Jorge Berceo (Zenobia), Manuel Escudero (Ago y Armando Rock), Charly López (Bon Vivant), Fran Vázquez (Cherokee), David Arredondo (Taken), Sara Benito(Hiranya), Diva Satánica (Bloodhunter), Nancy Catalina, David Ortiz, Chus Herranz (pareja de Padilla), que además incorporan a su hija, Andrea Padilla, en el papel del hijo de Jacques de Molay.