Conocer superficialmente la vida de una persona es fácil. Bastan algunos de sus recuerdos, las fotografías o varias de sus anécdotas. Intentar tener algo de empatía para comprender sus comportamientos es algo más difícil por mucho que intenten justificarse. Y querer averiguar qué sucedía por la mente de un individuo, justo en el momento de realizar cualquier hecho, es tarea imposible. Solo ese personaje lo sabría, y quedaría para él hasta el momento de su muerte. Pero existen personas que dejan huella en su entorno durante toda su vida. Por su forma de actuar, de hablar, de comentar, también de resolver sus problemas o de comportarse, puede orientarnos en la razón de sus motivos. Esta novela está inspirada en personajes, fechas y acontecimientos reales. Cualquier ficción, o hecho imaginario de los que en la misma se incluyen, pertenecen exclusivamente al albedrío de su autor. Averiguar por el lector qué puede corresponderse con la realidad, o qué no, corresponderá a la aventura y emoción de su lectura.