Abanico conocido como De Las Mil Caras. Posiblemente del siglo XIX aunque podría ser anterior.

Varillaje en perfecto estado, tallado en madera de sándalo o bambú.

El país es de papel pintado con vivísimos colores, poblado por multitud de pequeñas figuras humanas (de ahí, su nombre de 'las mil caras'). Los rostros se componen mediante una fina lámina de marfil en la que se recrean las facciones. Las indumentarias, también muy detallistas, incorporan con frecuencia aplicaciones de seda en los vestidos.

Bien conservado en general al permanecer enmarcado, salvo alguna línea de papel despegado (cómo se muestra en la última foto).