Los pliegos de cordel eran una composición creada para ser leída en voz alta a un público a veces iletrado, estaban decorados a menudo con xilografías o grabados
y tenían títulos llamativos para atraer la atención del público. Su precio era
barato y asequible. Los pliegos se reutilizaban frecuentemente e iban de mano
en mano.
Narraban romances, temas populares, religiosos, políticos...
Su nombre proviene de la forma de
exponer los pliegos en los puestos de venta colgándolos de un cordel. La forma
de venta era mediante la figura de un ciego
o un vendedor ambulante.