Un hombre, el Nómada, escribe en la bitácora al itinerario de su huida a Lisboa, y asomado por la ventana recuerda los viajes que está por realizar. La Habana, Manhattan y la ciudad de México quedaron atrás, en otro tiempo, como los vestigios truncos de un provenir que nunca llega; pero el hombre, un viajero, navega desconociendo su destino. Jordi Soler logra corresponder una vez más los temas que había identificado como propios en sus libros anteriores: el cine (Wim Wenders, Jean-Luc Godard y Buñuel), la música y, en suma, todas aquellas metáforas y situaciones inscritas en la órbita desencantada de lo cotidiano. La ironía y el humor son los elementos que fecundan el terreno de Nueve Aquitania, una novela donde el espejismo, la ilusión falsa y las posibilidades virtuales –o cíclicas- del ser, ponen al descubierto las dimensiones exacerbadas y francamente divertidas de una empresa absurda constituida en un mundo aún más absurdo.