Jasminum officinale, comúnmente conocido como jazmín común o jazmín de verano, es una planta trepadora aromática apreciada por sus fragantes flores blancas. Aquí tienes información sobre sus características y cuidados:
Características:
Flores: Las flores son pequeñas, blancas y fragantes, con forma de estrella. Suelen florecer en verano y emitir un aroma dulce y embriagador, especialmente por la noche.
Hojas: Las hojas son de color verde oscuro, compuestas y opuestas. Son perennes en climas cálidos, pero en climas más fríos pueden volverse caducas.
Crecimiento: Jasminum officinale es una planta trepadora vigorosa que puede alcanzar alturas considerables. Se enreda y se adhiere a estructuras de soporte a través de zarcillos.
Frutos: Después de la floración, puede producir pequeños frutos redondos, aunque estos no son ornamentales ni comestibles en gran medida.
Cuidados:
Ubicación: Prefiere una ubicación soleada o parcialmente sombreada. Puede tolerar diferentes tipos de suelo, pero prefiere suelos bien drenados y fértiles.
Riego: Jasminum officinale prefiere un suelo uniformemente húmedo. Riega regularmente, especialmente durante períodos secos, pero evita el encharcamiento.
Poda: La poda puede realizarse después de la floración para darle forma y controlar su crecimiento. Elimina las ramas muertas o dañadas.
Soporte: Proporciona algún tipo de soporte, como una celosía, pérgola o enrejado, para que la planta se enrede y crezca verticalmente.
Fertilización: Puedes aplicar un fertilizante equilibrado en primavera para fomentar un crecimiento saludable.
Invierno: En climas más fríos, puede ser necesario proteger la planta durante el invierno, especialmente si las temperaturas descienden considerablemente. Cubrir la base con mantillo puede ayudar a proteger las raíces.
El jazmín común es apreciado no solo por sus hermosas flores sino también por su fragancia encantadora, lo que lo convierte en una elección popular para jardines, pérgolas y áreas donde su aroma puede ser disfrutado.