Al crear esta historia, utilice algunos de los pasajes de la vida de mi primo O Barqueiro; desde sus comienzos como mariscador furtivo, pasando por su etapa de contrabandista, hasta llegar a la cárcel. Algunos de los lujos que él disfrutó, los cuales influyeron para que se implantase en mí, ciertos placeres. Años después, conocería a María Lapiedra, de quien me abrumó la imagen que tenía del tabaco, y gracias a ello, me metí a fondo (nuevamente) en la lucha contra el tabaquismo.