Perfume precintado y nunca abierto, parcialmente evaporado.

Presentado en una maravillosa caja de cartón duro de colores malaquita en forma de huevo Imperial, estilo Fabergé.

Ganó una medalla de Grand Prix en la Exposición Universal de Bruselas de 1958 y Nikita Krushchev se la ofreció como presente a Jacqueline Kennedy en la Conferencia de Viena de 1961.

El frasco, tallado en forma de flor, mide 9 cm de altura incluyendo el tapón, con la caja 11 cm.

En buen estado de conservación, no chips no cracks, la caja abre y cierra perfectamente y conserva los dos cordeles con bola con los que se cierra.