One   bearer 1000 pesetas  share certificate of "EL SOL COMPAÑIA ANÓNIMA ,S.A."Madrid,Spain 1918  . Condition (opinion):Very Good  (VG ).Stains or light yelow tones visibles at back .Share capital 1.000.000 pesetas.Uncancelled .Two hand signatures.Printer:Lit.A de Angel Alcoy y Cía(Madrid).All the 30 dividend coupons remain uncut.Important historical value.Dry seal.Size :43cm/30cm including coupons (average).

See some information from the web below in English(online translated) and Spanish.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Una acción al portador de 1000 Pesetas de "EL SOL COMPAÑIA AN´ÓNIMA, SA"Madrid 1918,excelente conservación VF/EF ,sin cancelar.Capital social 1.000.000 pesetas .Impresor del documento:Lit.A.de Angel Alcoy y Cía(Madrid) Contiene todos los 30 cupones de dividendo sin cortar.Dos firmas de puño y letra .Imortante valor histórico.Sello en seco.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El Sol (Spain)

Jump to: navigation, search
The Sun was a Madrid newspaper, enlightened, liberal and regeneration, founded on December 1, 1917 by Mary Urgoiti Nicholas, director of The Spanish Paper and disappeared with the Civil War.

Two ideas presided over the founding of  "El Sol" (The Sun) in the minds of Urgoiti. Commercial interest and concern of cultural and political, for he found the enthusiastic collaboration of José Ortega y Gasset, who left The Fair, to become the most inspirational and ideological partner of the new Star newspaper.

El Sol (The Sun) advocated a reformist project, a reform as a pressing need felt by the most progressive and dynamic sectors of the bourgeoisie and the intellectuals, who had presided over the founding of the magazine Spain (1915-1924). The Sun also shows understanding and sympathy for organized labor and construction, namely socialism, which aims to help focus in an evolutionary sense and reformist. Paid great attention not only to Catalan and Basque nationalism, but in general provincial life. Had a foreign information than what was usual at the press of the time.

Written by intellectuals in height, giving in principle to the information on lotteries and criticism taurine, and going on tiptoe on bloody crimes and other matters or scandalous themes preferred by the public, The Sun was not, or could be, a newspaper popular. Although there were among those who cultivated some irritated tone of the newspaper, which claimed judged and pedantic.

In the orbit of the intellectual program of José Ortega y Gasset, this release had an excellent staff of writers led by Félix Lorenzo, sun-loving, who was replaced by Manuel Aznar since the September 14, 1918 until March 28, 1922. In April 1924, Ramon J. Sender joined its staff. The cartoons of Louis Bagaría helped create a brand image representative of the tandem Urgoiti-Ortega.

Published in large format 12 pages, was double that any newspaper of the time and proclaimed its independent and critical vocation in entrefilete offensive that went into the first number:

El Sol (The sun) does not support subsidies and repayable advances. Its price is 10 cents because the paper costs more than 5, and you have no legitimate income and confess that underlying all serious and independent company
Economic and political independence would not have been possible, however, without the special links we maintain with the Spanish Paper, parent company of the powerful group of Urgoiti, then in full expansion. In 1920 Urgoiti released a new evening newspaper, La Voz, which sought a popular audience that The Sun could not grasp.

At the end of 1931 Urgoiti, by the circumstances of the moment, is forced to sell the shares in The Sun to the monarchists who ran the Bin, led by the Earl of Barbate and the Earl of Gamazo, mainly because of an article by Ortega y Gasset entitled "Berenguer error." [1] Despite this shift towards the monarchy, the arrival of the Republic will eventually align with the system [2].

In 1932, its liberal and republican line, did not prevent its cultural pages, collaborate the future founders of the Spanish Falange, Mourlane Pedro Michelena, Eugenio Montes, José María Alfaro and Ernesto Giménez Caballero. [3]

Since May 1934, El Sol y La Voz suffered multiple avatars to the Civil War, significantly lowering its prestige and its dissemination. [4]

After the Civil War in their shops, seized by the Falange, the newspaper began printing the top.

Arriba.El Sol (España)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Saltar a navegación, búsqueda

El Sol fue un periódico madrileño, ilustrado, liberal y regeneracionista, fundado el 1 de diciembre de 1917 por Nicolás María de Urgoiti, director de Guerra Civil.

Dos ideas presidieron la fundación de El Sol en la mente de Urgoiti. Un interés comercial y un interés de carácter cultural y político, para el que encontró la entusiasta colaboración de José Ortega y Gasset, que abandonó El Imparcial, para convertirse en el máximo inspirador ideológico y en el colaborador estrella del nuevo periódico.

El Sol defendía un proyecto reformista, una reforma sentida como una necesidad apremiante por los sectores más progresistas y dinámicos de la burguesía y los intelectuales, que ya había presidido la fundación de la revista El Sol muestra también comprensión y simpatía por un movimiento obrero organizado y constructivo, concretamente el socialismo, al que aspira a ayudar a orientar en un sentido evolutivo y reformista. Prestó gran atención no sólo al catalanismo y al nacionalismo vasco, sino en general a la vida de provincias. Contó con una información extranjera superior a lo que era habitual en la prensa de la época.

Escrito por intelectuales de altura, renunciando por principio a la información sobre loterías y a la crítica taurina, y pasando de puntillas sobre crímenes y otros asuntos sangrientos o escandalosos, temas preferidos por el gran público, El Sol no fue, ni podía ser, un periódico popular. Aunque no faltaban entre las personas cultivadas algunas a quienes irritaba el tono del periódico, que juzgaban pretendioso y pedante.

En la órbita del programa intelectual de José Ortega y Gasset, esta publicación disponía de una excelente plantilla de redactores dirigida por Félix Lorenzo, Heliófilo, quien fue sustituido por Manuel Aznar desde el 14 de septiembre de 1918 hasta el 28 de marzo de 1922. En abril de 1924 Ramón J. Sender entró a formar parte de su plantilla. Las viñetas de Luis Bagaría contribuyeron a crear una imagen de marca representativa del tándem Urgoiti-Ortega.

Publicado en gran formato de 12 páginas, costaba el doble que cualquier periódico de la época y proclamó su vocación crítica e independiente en el ofensivo entrefilete que figuró en sus primeros números:

El sol no admite subvenciones, ni anticipos reintegrables. Su precio es de 10 céntimos porque el papel cuesta más de 5, y no cuenta con más ingresos que los lícitos y confesables en que se basa toda empresa seria e independiente

Su independencia económica y política no hubiera sido posible, no obstante, sin los vínculos privilegiados que mantenía con La Papelera Española, empresa matriz del poderoso grupo de Urgoiti, entonces en plena expansión. En 1920 Urgoiti editó un nuevo diario vespertino, La Voz, que pretendía recoger el público popular que El Sol no podía captar.

A finales de 1931 Urgoiti, por las circustancias del momento, se ve obligado a vender las acciones de El Sol a los monárquicos que dirigían La Papelera, encabezados por el conde de Barbate y el conde de Gamazo, a causa principalmente de un artículo de Ortega y Gasset titulado "El error Berenguer".[1] A pesar de este giro hacia la monarquía, a la llegada de la República terminará por alinearse con el sistema.[2]

En 1932, su línea liberal y republicana, no impedía que en sus páginas culturales, colaborasen los futuros fundadores de Falange Española, Pedro Mourlane Michelena, Eugenio Montes, José María Alfaro y Ernesto Giménez Caballero.[3]

Desde mayo de 1934, El Sol y La Voz sufrieron múltiples avatares hasta la Guerra Civil, bajando considerablemente su prestigio y su difusión.[4]

Tras la Guerra Civil en sus talleres, incautados por los falangistas, se comenzó a imprimir el diario